En este díptico trato sobre la imposibilidad de
mantener la conciencia, la presencia absoluta
durante el pasar del tiempo. Llevándolo al extremo
de un minuto de meditación, donde contando los 60
segundos podemos llegar a tener 4 ausencias.
Ausencias donde la mente se pierde en algún
pensamiento espontáneo que nos lleva a otro lado.
Es un ejercicio para mostrar lo frágil que es la
conciencia humana, y lo débil que es la mente si no
la entrenamos para estar aquí y ahora, bajo nuestro
control.